viernes, 16 de diciembre de 2011
A veces, puede que me haga la fuerte y la dura, pero en el fondo, y por mucho que me cueste admitirlo, soy la mas blanda de todas, ante lo desconocido me asusto y a la mínima me hundo. Cojo cariño facilmente a las personas aunque no lo diga, ni lo muestre demasiado, aunque a veces si. Si las cosas no me salen bien a la primera siempre tengo dos opciones, volver a intentarlo o que se me eche el mundo encima, normalmente suele pasar eso. Aunque por otra parte también tengo mi lado descarado, ese en el que hago las cosas sin pensar en las consecuencias, ese en el que actúo por impulsos y no por pensamientos. Puede que sea un poco rara. Un día me verás llorando, por los suelos, y al siguiente dando saltos de alegría en lo más alto. Por las mañanas puedo ser la más odiosa que conozcas y por las tardes la más encantadora. Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que espantan.
También pienso que es mejor dejarse llevar por los impulsos, vivir todo lo que puedas y no perderte nada. Tocará el día en que te equivoques. Vas a sufrir, llorar, pero todo eso merece la pena, aunque sea por el simple hecho de elegir tus errores y despues, aprender de ellos.
He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría mas me empujaron y cai estampada con la tercera. He perdonado mucho, demasiado. He callado te quieros que, por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire, aunque a la despedida a veces los decía camuflados y he regalado te quieros simplemente por cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mi. He gritado con fuerza pero mi voz nunca salia.
He callado verdades por no hacer daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. Hay dias que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podia dormir pensando que a la mañana siguiente te tendria a mi lado.
Habrá días que estaré 24 h. contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo, esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme.
Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro, que el gris para mí no existe: o te quiero o te odio, o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye. También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago dando todo de mi, dejando en ellas sudor y lágrimas. Que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, que cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía. Que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez.
Después de darte cuenta de todo eso, sabrás si eres un poco inteligente, que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué, sin esperarlo, con fuerza, y de repente. Para ese día ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño.
Pero no te preocupes, cuando me vaya ya me conocerás lo suficiente y sabrás qué hacer para que vuelva.
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